15 agosto 2013

Un viaje soñado: Salta y Jujuy


Es la primera aproximación porque son de esos lugares tan ricos que con una vez no basta, pudimos conocerlo lo suficiente como para que nos queden deseos de volver y seguir descubriendo todo lo que tienen para dar en los más diversos sentidos, histórico, social, religioso, natural,... muchas aristas de un mismo lugar acogedor y atractivo.



El primer contacto con Salta fue desde la historia aparentemente tan lejana a nuestros lugares de origen y más lejana aún si la pensamos desde Neuquén que cuando los caudillos y patriotas se devanaban los sesos y ponían todos sus recursos materiales, intelectuales y físicos en independizarnos estaba aislada y en una realidad tan diferente. Pero al mismo tiempo son trozos de historia con los que rápidamente uno se identifica. El cabildo donde se reunían para debatir, decidir y participar. 


Muchas y diversas miradas desde acá. Seguramente este ha sido un ámbito donde las opiniones se encontraban, estas paredes deben haber escuchado discusiones tan diversas y fundamentales en la historia de nuestro país, acá mismo se deben haber encontrado de un lado y del otro para hacer una patria grande y linda.



Los salteños homenajeando a los turista replican un cambio de guardia del cabildo con banda y todo!


Una bella tarde de tibio sol recorriendo la Avda. Güemes llegamos al monumento que homenajea a este bravo prócer, punto de partida para trepar muchos, muchìsimos escalones y llegar a la cima del cerro San Bernardo donde disfrutamos de una vista panorámica de la ciudad.





La gastronomía salteña es como Salta misma, sencilla y muy rica. Las clásicas empanadas, el locro, la carbonada criolla, las humitas, el cabrito, el quesillo y por supuesto, todo bien acompañado con vinos de la región. No alcanzan los días para degustar tanta variedad.

Algo que se encuentra a cada paso son la iglesias. Además de poner de relieve la religiosidad del pueblo desde tiempos remotos son toda una manifestación artística y un hilvanado continuo de historias porque cada lugar, cada sembrado, cada momento tiene su fundamento religioso.










Un rincón con identidad propia y nacido de la crisis del 2001 es el paseo  Balcarce  que comenzó con las famosas peñas y a su alrededor se gestó una feria artesanal donde los colores y puestos son tan diversos y atractivos que se pueden recorrer una y otra vez descubriendo siempre algo creativo.


Cómo no hacer unos kilómetros y conocer la provincia vecina de Jujuy. Así dejamos Salta por unos días para asomarnos a descubrir otros paisajes.




Al empezar a recorrer las callecitas de Tilcara daba la sensación de haber viajado en el tiempo, construcciones bajas de adobe, el pueblecito alrededor de la plaza, subidas y bajadas, rodeados de montañas y de techo un cielo intensamente celeste sin nubes.



El Pucará de Tilcara es su mayor atractivo, piedra sobre piedra se construye una fortaleza cercada por miles y miles de cardones. Impactante. Sólido. Pircas que hablan de comunidad, familia, donde hay lugar para todos. Espacios de encuentro, trabajo y fe.










El camino a Humahuaca es bellísimo, dan ganas de parar a cada rato para capturar con la cámara la forma de ese cerro, el color de aquel otro o el contraste de los cardones que se yerguen donde casi no hay otra vegetación.




 Finalmente llegamos al pueblo donde encontramos una feria de artesanos que ocupa varias calles, la plaza y la subida al monumento. Los chicos por 'la propina' se acercan a cantarnos alguna copla o posan enseguida para la foto.







De regreso una parada obligada en el trópico de Capricornio


Pumamarca, un lugar mágico, explosión de colores desde los cerros hasta los tejidos.
La potencia de los rojos. La contención de los amarillos. La sobriedad de los verdes. El equilibrio de los oscuros.






Donde parece que las personas hubieran hecho un hueco respetuoso para vivir sin cambiar el entorno, recorrer "los colorados" con luna llena es su dicha, muchos turistas que no siempre disfrutan sin invadir.






Para despedirnos...Cafayate , sur de la provincia, tierra del vino.



Un lugar rico en artesanías donde nos llaman la atención los tejido, los trabajos en cerámica y las mil formas que le dan al cardón.


También esconde sus lugares mágicos, imponentes. De esos que hablan de trascendencia, poder y maravilla. No es posible caminar por la Garganta del Diablo sin conmoverse, sin hacerse preguntas ¿cómo un lugar puede ser tan particular? ¿Qué o Quién lo habrá moldeado así? . Este debe ser el lugar predilecto de las luces y sobras, juegan unas y otras sacando rojos, marrones y blancos de cualquier veta.

Toda la quebrada de las Conchas te va sorprendiendo en cada zigzagueo entre formas y colores diversos.



1 comentario:

Mariges dijo...

qué hermoso! me vine sin conocer toda esta belleza!!!! Tengo que volverme!!!! jajajaa que fotos bellissimas Claudio! Felicitaciones! Muy bien para todo el blog!