Desde Fátima y San Francisco empezamos a caminar juntos, a rezar, a charlar, a compartir un poco cómo nos va la vida.
El corazón se va preparando de a poco para el coloquio que se inicia.
Hablarle a Dios de nuestras cosas, escucharlo, descubrirlo.
El corazón se va preparando de a poco para el coloquio que se inicia.
Hablarle a Dios de nuestras cosas, escucharlo, descubrirlo.