06 noviembre 2011

La Fiesta que casi no fue

Nuestra Iglesia cumplió 50 Años.

Por qué el título: 'la Fiesta que casi no fue'?

Porque las denuncias, surgidas desde alguna comunidad, podrían haber ennegrecido este momento tan hermoso de festejo popular.

La misa celebrada en el predio del colegio Don Bosco fue la culminación de un trabajo realizado por la Iglesia, con delegados de todas las comunidades y los movimientos, los sacerdotes y los Obispos que durante tres años se encontraron periódicamente para mirar la realidad y ver qué nos pide Dios para llevar su Evangelio a todos los hombres.



En la homilía nuestro obispo, Marcelo Melani, hizo una sintésis muy rica de la historia de la diócesis, recordando al primer Obispo: Don Jaime de Nevares, a Agustín Radrizzani que lo reemplazo y viendo el momento actual donde él, junto con Virginio, se encuentran guiando a una iglesia donde la participación y el compromiso son marcas distintivas. 


 Sus palabras fueron muy comprometidas, invitándonos a la interculturalidad para poder encontrarnos con los pueblos originarios, con el que parece diferente y rescatando la gran riqueza de nuestra tierra, que se manifestó en algunos que ya están en el Paraíso, como Milanesio, Gardin y el mismo Jaime, pero que hoy se da a través de tantos que trabajan por el bien de los demás. Y subrayó que esa es la verdadera riqueza, que queda aquí no como la que esta debajo de la tierra y que sólo le interesa algunos para llevársela lejos. 




Cuando se hicieron las denuncias y se sembraron sospechas sobre la diócesis con acusaciones injustas o por lo menos exageradas, la reacción de Marcelo no fue bajar los brazos, no se borró y pidió que se viniera a ver de cerca la realidad neuquina. Como el mismo dijo, hay cosas para mejorar como en todas las diócesis, pero no todo es malo, al contrario, hay muchísimas cosas buenas y no está bien que avalemos estas sospechas. 


Fue así que llegó el padre Virginio Bressanelli como obispo coadjutor y durante este último año trabajaron juntos aportando cada uno sus propios dones. Hace pocos días cuando Marcelo presento su renuncia, quedó él como nuevo titular de la diócesis.(*) 
En la misa además de Marcelo, Virginio y Agustín, estaban los demás obispos de la Patagonia y todos los sacerdotes acompañando este momento tan singular de nuestra Iglesia.



Para dar Gracias a Dios, pero también agradecer a los que dieron todo para que este momento fuera tan pleno, en especial a Marcelo y Virginio que más allá de su rol de obispos de la Iglesia supieron vivir este desafío como hermanos, dándonos a todos un signo concreto de esperanza.


Algunos momentos de la celebración: las ofrendas, cuando se entregaron los cerámicos que Zanón realizó especialmente para recordar este momento, la comunión, o simplemente espacios de encuentro, de oración, de unidad que sintetizan como se vive día a día en las comunidades de nuestra Iglesia. Al final un enlace para ver más fotos









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5 comentarios:

José luis dijo...

Gracias por compartir la vida de nuestra iglesia neuquina. José luis

Claudio dijo...

Gracias a vos José Luis por tomarte el tiempo de pasar y comentar.

Gabriela dijo...

que lindo, estaba esperando estas fotos! Viva la Iglesia Neuquina! y vamos por 50 años más!te dejo un abrazo

Claudio dijo...

Hola Gabriela, me alegro que te guste. Te agradezco el comentario

Juan dijo...

Hermosa pintura de nuestra Iglesia Neuquina! Gracias!