Punta Tombo

Punta Tombo nos esperó con día espectacular con un sol atrapante, sin viento, el paisaje daba el marco necesario para ir introduciéndose en un mundo de los pingüinos, totalmente desconocido para nosotros.

Animales que nos parecen tan desconcidos y lejanos al alcance de la mano .... pero nos los tocamos!

Muy estáticos, casi aburrido.Despues de un buen tiempo de conocerlos los vamos descubriendo.

Increíble cantidad de pingüinos por toda la meseta. Nido tras nido. Pareja por pareja. Nos iban mostrando cómo juntos cuidan su huevo. Uno por vez se quedan sin comer sin dejar el cuidado ni un minuto por 15 días. Pero todo tiene su límite, así lo manifiesta el pingüino cuando la pingüina no vuelve a tiempo ¡A los gritos!

Pero no podemos negar que el pingüino tiene de atractivo y elegancia

Al fin se movió!!!

Ellos también se quieren, dicen que dicen que son fieles, que sostienen su pareja por siempre y que todos los años regresan al mismo nido, lo pueden reconocer entre tantos!

Paisajes extremos. Meseta y mar. Calidez y frescura.

La mejor parte de la vida del pingüino. Dejando las responsabilidades, entre el placer y la comida.

Contrastes.

Ellos no estaban solos.

En búsqueda de la Isla Escondida encontramos los elefantes

Instante exacto.

La ternura de las crías.

El instinto materno.

La hora de la comida

El macho descansando, no se hizo mucho poblema