San Martín de los Andes

Ir a San Martín de los Andes es ir al encuentro de esa belleza desmesurada que el Creador ha derramado prodigiosamente en la zona cordillerana.
Pero además, la ciudad en sí misma es muy linda, con una arquitectura urbana muy bien cuidada y con un estilo propio donde la madera es la protagonista y a pesar del crecimiento, a través de los años, logra mantener la armonía.

El puerto  se encuentra muy cerca de la zona céntrica, desde allí parten las excursiones  lacustres a Quila Quina y paso Hua Hum.

Al lado del puerto se puede disfrutar de las aguas del Lacar, pero si hacemos 5 km por el camino que va a Villa La Angostura nos encontraremos con el hermoso balneario de  Playa Catritre. 

Decidimos hacer un paseo por el lago, partiendo del puerto y después de 20 minutos de recorrido en barco arribamos a la playa de Quila Quina. El tiempo no acompañaba para disfrutar del agua, pero hicimos una linda caminata por la costa y el interior de la península.

Un viaje al paso Hua Hum, con un intento frustrado de subir el Cerro Mallo, nos permite después de recorrer hermosos senderos por el interior del bosque contemplar la cascada Chachín, un salto de 30 metros de agua de un intenso color esmeralda

De regreso paramos en el museo donde dos jóvenes de Parques Nacionales nos explicaron muy bien la historia del lugar. Pudimos ver fotos de los primeros colonos que se establecieron en forma fija y conocer algo de sus actividades. El museo funciona en el Castillo Van Dorsser (reconstruido en el año 2007) y que era originariamente la comisaría del lugar. 

Otro día arrancamos para el Huechulafquen, en camino y antes de llegar a Junín de Los Andes el volcán Lanín, señor del lugar, nos da la bienveniuda.

En una zona sin árboles podemos apreciar la inmensidad del lago, el más grande de la provincia, que además embravecido por los fuertes vientos nos hace recordar al mar.

Visitamos la Capilla que se encuentra a orillas del lago Paimún (pegado al Huechulafquen), muy pequeña pero muy pintoresca, con dos torres, una latina y otra oriental. Se discute sobre lo oportuno de haber puesto un templo cristiano en medio del territorio mapuche y también del excesivo costo que demando su construcción, pero en el interior nos llama gratamente la atención la armonía del ambiente y como se asimilaron las imágenes religiosas a la cultura americana. 

Continuando el paseo, hicimos una caminata desde el camping Piedra Mala hasta la cascada el Saltillo de unos 8 metros de altura y que surge en medio del bosque.
Piedra Mala es el nombre que le dieron los naturales del lugar al macizo rocoso que oculta la vista al Lanín.

Regresando nos impacta no solo el verde de la vegetación y el azul profundo de los lagos sino los Notros que nos regalan un intenso color fuego a lo largo del camino llano.

Este viaje lo pudimos hacer gracias a un regalo que nos hizo ISSN (Obra Social de la Provincia) por nuestras bodas de plata. El servicio fue excelente, tanto en el hotel como en los restaurantes que nos habían asignado.
Siempre decimos lo importante que es para la pareja encontrar espacios y momentos donde poder encontrarse. Ganarle a la rutina, a las exigencias del trabajo o a lo que 'hay que hacer'. Tener este tiempo para dedicarnos exclusivamente el uno al otro, fue un regalo único, más allá del lugar, del clima (que no acompaño), de los paseos, de las circunstancias externas fue la oportunidad de redescubrirnos y confirmar concretamente lo bien que estamos juntos y obviamente dar gracias a Dios por este don.
Gracias también a ustedes!!, muchos de los que leen este blog nos acompañan en este camino o en algún tramo y nos ayudaron y nos ayudan a seguir a caminando.
Algunas de las pocas fotos que nos tomamos: