Sierra de la Ventana - II

Una de las ideas de este viaje era subir hasta el hueco del cerro que le da nombre a la villa.
Con Virgi nos fuimos bien temprano y con una buena provisión de agua para el ascenso.

Al llegar al lugar nos sorprendió la cantidad de gente que, en la oficina del guardaparque, se anotaba para realizar la caminata.

La subida no es difícil, salvo por dos partes. Primero, la trepada inicial que muchos, llevados por el entusiasmo del arranque, hacen muy rápidamente y al ser bastante empinada y con muchas piedras parece interminable.

Después una subida muy larga, entre los puestos 6 y 7, que lleva su tiempo y hay que hacer con calma, pero al terminarla nos encontramos con un hermoso prado muy verde y a pocos metros de la cima de la Sierra.

Nos llevó una hora y media la subida y otro tanto para el descenso, nos desviamos una hora más para ir a los piletones que se encuentran muy cerquita del inicio de la caminata.

Como recomendación, simplemente ir despacio, con mucha agua (2 litros por persona), protector solar, gorro y muchas ganas de disfrutar del bellísimo paisaje.