25 mayo 2012

Andacollo - Otoño

Andacollo es tan lindo, pero tan lindo, que cualquier cosa que digamos siempre parece exagerada.

Hace mucho que no íbamos a esta localidad del Norte Neuquino, y elegimos el otoño para volver, deleitarnos con sus colores y si podíamos hacer cumbre en La Corona.
Una nevada temprana nos hizo cambiar los planes, pero no nos impidió pasar un fin de semana espectacular.
Fuimos a Los Saltillos, donde las aguas, jugando entre las rocas, nos regalan sus suaves sonidos y un paisaje único.


Estas bellezas no son del lugar, pero no me pude resistir a poner la foto.


También tiene su aspecto negativo, la mina, que no solo contamina la vista sino también el agua, llevándose mucho del corazón de la tierra y dejando poco en las manos de los que gastan sus días arrancándole a la montaña un poco de oro. 
Pero no nos quedemos en esto, el lugar nos da la posibilidad de un contacto y una comunión muy íntima con la naturaleza.
El cambio de planes permitió una excursión al Cerro San Pedro, desde donde se ve Huingan Co y Andacollo flanqueados por el río Neuquén.
Otro día hicimos trekking hasta La Ventanita, después de una hora y media por un cañadón y una linda trepada por la ladera de la montaña, llegamos a la cima de este cerro desde donde se puede ver todo el pueblo.




Descubrir el horno de barro en el patio de la cabaña fue la posibilidad de disfrutar de unas riquísimas pizas al sereno de una noche espectacular.



Un lugar único, donde no solo el paisaje en grande nos regala su belleza, muchos detalles nos toman el alma y nos dicen que Dios no solo está presente en lo grande sino también en lo pequeño y desde allí siempre nos habla.


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