Todos los días esta familia de cavernícolas debe esforzarse al máximo para sobrevivir, pero de pronto su mundo cambia y las precarias seguridades que marcan su forma de vida están a punto de desaparecer.
El desafío es descubrir cómo adaptarse y como aprovechar tanto las oportunidades que las circunstancias le presentan como los obstáculos e imprevistos que complican cada decisión.
Había visto esta película en un viaje en micro, sin audio y muy cortada; me impacto la belleza de los dibujos. Me quedé con las ganas de verla completa, así que hace un par de noches, nos quedamos solos con Cande y fue la oportunidad de armar cena-cine y disfrutarla juntos, mucha risa, momentos de suspenso y a mí particularmente también me hizo pensar.
Es apta para todo público y lo bueno es que no tiene mensaje con doble sentido (es una de las cosas que no me gusta de Shrek). Además destaca valores importantes: la familia, la aceptación del otro, la capacidad de cambiar, saber reconocer los errores, poner en común las habilidades que todos tenemos, el valor de animarnos a cuestionarnos y a disfrutar del don de la vida.
Una película muy recomendable, hermosos dibujos, un despliegue fantástico de coloridos personajes, muy buen sonido y una aventura familiar con un ritmo intenso.
90 minutos que se pasan volando.
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