11 octubre 2010

Mariápolis

Cuando te invitan a una Mariápolis es muy común que después de intentar diferentes explicaciones terminen diciéndote: - Mirá, en realidad no te la puedo explicar, es una experiencia que tenés que hacer.
Lejos de ser un ardid para seducirte a ir o un truco publicitario es la verdad sin vueltas, y así lo podemos afirmar los 300 que participamos en la última Mariápolis que se hizo en el colegio Estación Limay de Cipolletti.

Hay muchas frases que ayudan a definirla: es la ciudad de María, una ciudad donde la única ley es la del amor recíproco; todos están invitados sin importar su edad, nacionalidad o religión, porque como en la sociedad, la diversidad es una gran riqueza cuando cada uno está dispuesto a compartir sus dones y sus necesidades; se escuchan temas, vemos videos; hay momentos para jugar juntos y otros para trabajar en lo que nos gusta o en lo que queremos aprender; nos reunimos en pequeños grupos y compartimos como nos sentimos, lo que nos pasaba o lo que vamos descubriendo. Muchas de estas cosas las vivimos también en esta Mariápolis, pero todo esto no alcanza para explica el clima que se generó, lo que se fue construyendo dentro de cada uno y codo a codo con los demás.

En la de este año, además, profundizamos sobre la certeza de que Dios es Amor, es Padre y nos ama inmensamente, después los jóvenes nos presentaron a Chiara Luce, una joven como ellos que hizo de Dios el Ideal de su vida, que frente a una enfermedad terminal nos mostró que el dolor tiene un sentido profundo y ella lo descubrió y pudo testimoniarlo hasta el final, con una alegría que contagiaba a cuantos la conocieron, y que la Iglesia beatificó el pasado 25 de septiembre proponiéndola como modelo a los jóvenes y a todos los hombres. Para concluir regresamos a nuestras casas con la consigna de llevar a la sociedad lo aprendido en estos días y tratando de vivir la palabra: 'ama al prójimo como a tí mismo'.

Ante cada propuesta un abanico de experiencias nos aseguraba que es posible vivir así y eso nos hace sentir plenos y felices!
Un momento importante fue el de los espacios de interés con distintas temáticas: economía, educación, tejido, artesanía, cocina, fotografía, comunicación, teatro, taller literario, ecología, bijouterie, acción social y música; donde también tratamos de realizar estas actividades de una manera diferente, construyéndolas desde una mirada fraterna, donde los talentos, si bien no pasaban a segundo plano, se ponían al servicio de los hermanos.
Fue la oportunidad de compartir algo que nos interesaba con personas de diferentes edades, realidades, creencias, experiencias y lugares ¡Toda una riqueza!

Contamos, esta vez, con un regalo excepcional: la presencia permanente de 3 sacerdotes y algunos que se sumaron en diferentes momentos, lo que permitió que muchos pudieran acercarse al sacramento de la reconciliación. El último día llegó el obispo del Alto Valle, Mr. Marcelo Cuenca, que además de celebrarnos la misa nos alentó a seguir viviendo el Evangelio y llevarlo a nuestros ambientes.



Las impresiones que nos llegaron y siguen llegando son muy positivas, los rostros que iban cambiando al transcurrir los días y la alegría profunda de todos ponen de relieve que en su ciudad, María quiso cubrir con su manto las imperfecciones, las falencias para que en el corazón de todos quedará la certeza de que es posible un mundo mejor, más fraterno, más unido.
Desde adentro, desde la construcción previa y durante, fue muy fuerte constatar nuevamente lo que Dios es capaz de hacer cuando le damos nuestro pobre ‘sí’ porque todas la cosas que veíamos que no llegábamos a hacer, las dificultades e imprevistos de último momento, todo, todo se diluyó cuando empezamos a caminar juntos confiados en que era Dios el que quería este encuentro y que realmente Él se encargaba de llegar donde nosotros no podíamos. No fue menor la experiencia que hicimos con los que no pudieron estar, algunos abrazando fuertes dolores, materia prima esencial para construir esta realidad y otros, ausentes con aviso, pero viviendo y rezando por este encuentro.
Pienso que esta vez la nota característica, la riqueza particular fue la construcción que hicimos entre todos, como comunidad, donde nadie en particular se destacaba y lo más importante era tratar de hacer nuestra parte para que la presencia de Jesús en medio nuestro llevara adelante el programa y con una fantasía única saliera al encuentro de cada imprevisto.
Una de las jóvenes, concluyendo decía, 'cada Mariápolis es diferente de la otra'. Como decíamos al principio, se pueden decir muchas cosas de la Mariápolis, pero sin dudas, ninguna la va a explicar plenamente, es una experiencia vital, simple, profunda, movilizadora porque María te toma de la mano y prepara tu corazón para un encuentro con el Padre y cada encuentro con Él es una novedad, un nuevo punto de partida.
Para conocer más:
De su fundadora: Chiara Lubich.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Claudio por este regalo, me hacia revivir un poquito de lo vivido y fue suficiente para ponerme enseguida esa alegria en el corazon, que entusiasma para salir a amar sin medida!!!.
Marta

Anónimo dijo...

Gracias Claudio por compartir esto. Hace mucho bien ver todo esto!!!
Un gran saludo desde Bs As
Mariano

Claudio dijo...

Marta, Mariano:
les agradezco por los comentarios y que les haya gustado el blog. Siento que me ayudan mucho para seguir trabajando. Un abrazo

Anónimo dijo...

sos un GENIO gracias por poner tus talentos al servicio de tantos que pueden necesitarlo.- Saludos Tere

Anónimo dijo...

Claudio hoy mire esta pagina me trajo alegro tanto encontrarla!!! Bellisimos los momentos que captaste.Hoy compartire con la comunidad de Lujan la invitacion a la Mariapolis en Cinco Saltos, hermoso el recuerdo de lo vivido.!
Gracias Marta